En algunas de las historias que Anita nos relata aparecen barcos de vela. Entre ellos destaca la trágica historia del Pamir, uno de los últimos grandes veleros que surcaron los mares.
Nació el 29 de julio de 1905 en un astillero de Hamburgo. Era uno de los fabulosos Flying P-Liner de la naviera alemana F. Laeisz, los veleros más audaces que jamás se han construido, ideados para competir con los mejores vapores.

El Flying P-Liner Preussen cruzando el cabo de Hornos Imagen del catálogo actual de la naviera alemana F. Laeisz
Veloz y desafiante, surcó durante décadas los siete mares bajo varias banderas, y sobrevivió a las dos guerras mundiales.
Tuvo un destino fatal.
En 1957 navegaba por el Atlántico, cargado con 3780 toneladas de cebada y 255 toneladas de lastre, y llevando en su tripulación a un grupo de 54 cadetes en viaje de formación para llegar a ser grandes marinos, cuando el Terrible Huracán se cruzó en su travesía y lo arrastró al abismo.
Anita explicará la historia del naufragio del Pamir a los niños y jóvenes, para que la memoria de los grandes veleros perdure en las futuras generaciones.
Esperemos que en muchos de ellos nazca la afición por los deportes náuticos, pero a su vez recuerden que el mar encierra muchos peligros si no se toman las precauciones necesarias.
También pediremos a la firma alemana F. Laeisz información y fotografías de los buques que actualmente posee, a fin de que niños y jóvenes conozcan los tipos de buque que actualmente se utilizan en la marina mercante.
El Padua es el último de los Flying P-Liner de la naviera alemana F. Laeisz que sigue navegando. Construido el año 1926 en Bremerhaven-Wesermünde, fue cedido a Rusia después de la Segunda Guerra Mundial.
Hoy se pasea orgulloso por todos los mares como buque escuela con el nombre de Krusenstern, en honor del Almirante Adam Johann von Krusenstern, el primer ruso que dio la vuelta al mundo navegando.